Tus chic@s no irán a la academia de mala gana como un castigo, sino que acudirán encantados, ya que se sienten como en casa: escuchados, atendidos y preocupados por sus cuestiones, pero no por ello menos implicados en el aprendizaje de aquello que necesiten. También hay clases para adultos y por último, no por ello menos importante, la asesoría psicopedagógica para personas (o personitas) que tienen alguna dificultad especial para el aprendizaje, de los estudios o de la vida en general. Para cualquier cuestión lo mejor es pasar por el centro y Lourdes (gran profesional y mejor persona) os atenderá a las mil maravillas y os pondrá solución a cualquier duda que tengáis. Sus alumnos y padres son el mejor reflejo de su carrera profesional y son quien mejor os podrán describir las mejoras de los pekes (y no tan pekes). Yo, como podréis deducir, estoy encantado y mis pekes más. De todas partes de Zaragoza acuden, por algo será.